Europa ha tomado su primera gran decisión para cortar las relaciones con Rusia, tras la conferencia de Putin. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha tomado la iniciativa de suspender indefinidamente la certificación del Nord Stream 2, el gran gasoducto que iba a conectar el centro de Europa con Rusia para el envío de gas.
El Nord Stream 2 está considerado como uno de los proyectos más importantes para afrontar la crisis del precio de la energía y el gas, pero la crisis con Ucrania ha sido el detonante para que desde Alemania hayan adoptado esta posición. No significa que el gasoducto no vaya a funcionar en el futuro, ya que está construido (y viene a complementar el actual Nord Stream 1), pero sí se ha frenado su puesta en marcha hasta nuevo aviso.
La dura decisión de paralizar el gran proyecto energético europeo
Las cifras del Nord Stream 2 eran muy ambiciosas. Un gasoducto de 1.200 kilómetros bajo el Mar Báltico que conecta la costa de San Petersburgo con la ciudad de Lubmin, en Alemania. Una enorme tubería capaz de transportar gas suficiente para abastecer a 26 millones de hogares.
El Nord Stream 2 fue completado el pasado mes de septiembre y su coste asciende a más de 10.000 millones de euros. Una cantidad que ha salido a partes iguales entre Gazprom, empresa estatal rusa de energía y de empresas europeas como Shell o Engie.
Sin embargo, pese a que desde hace meses está completado todavía no había recibido la aprobación de Alemania para su puesta en marcha. Su certificación llevaba paralizada desde noviembre por no cumplir los trámites regulatorios europeos.
El Nord Stream 2 es una vía para enviar gas sin pasar por Ucrania o Polonia. Precisamente Ucrania está en el centro del debate sobre el Nord Stream 2 pese a que se encuentra a kilómetros de distancia. El hecho de que el gas no pase por ahí implica que se dejan de pagar cientos de millones de euros en derechos de paso. Incluso se ha llegado a decir que la crisis energética con el gas había sido impulsada por Rusia para acelerar la puesta en marcha de este gasoducto.
El precio del gas comienza a desinflarse al fin tras un acuerdo entre los principales países europeos
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha llegado a describir el Nord Stream 2 como «un arma política peligrosa». Desde Estados Unidos, que también están interesados en limitar la influencia de Rusia en Europa, han llegado a imponer sanciones económicas a empresas rusas relacionadas con el Nord Stream 2. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, expresó a principios de febrero que si Rusia invadía Ucrania, el Nord Stream 2 no podía ponerse en marcha. Con la decisión del canciller alemán, parece que este aviso se está cumpliendo.
«A la luz de los desarrollos más recientes, debemos reevaluar la situación, en particular con respecto a Nord Stream 2«, ha explicado Scholz en rueda de prensa. «Los departamentos correspondientes del Ministerio de Economía harán una nueva evaluación de la seguridad de nuestro suministro a la luz de lo que ha cambiado en los últimos días. La situación es completamente diferente ahora».
El Nord Stream 2 iba a ser el gran proyecto energético que facilitara el acceso al gas en Europa, con la previsión de abaratar costes y poder así rebajar el precio de la energía final. Su paralización supone un obstáculo de primer nivel para poder acceder al gas. Como alternativa, distintos países europeos han formado una alianza para intentar hacer frente a la dependencia con Rusia.
Europa dispone de otras fuentes de energía para el día a día, pero en tiempos de crisis es el gas el que acaba marcando los altos precios. Y aquí es donde Rusia tiene el poder de controlar la mayor parte del suministro. Con la paralización del Nord Stream 2, Alemania ha tomado una difícil decisión. La primera de calado frente al aumento de la tensión con Rusia.
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NordStream 2 iba a solucionar gran parte de los problemas de gas de Europa. Hasta que llegó Ucrania
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Xataka
por
Enrique Pérez
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