Lejos de conformarse con los moldes habituales del pop, Los Besos es una banda que transforma cada canción en un experimento. Con seis discos en su haber, su música combina una profunda carga afectiva con una búsqueda sonora inquieta, logrando un equilibrio en donde lo cotidiano y lo extraordinario se potencian mutuamente.
Su último álbum, Nadie duerma (2023), es una obra conceptual que se despliega con una instrumentación tan rica como impredecible, moviéndose con soltura entre lo vertiginoso y lo contemplativo. Hay algo de riesgo en este álbum, un gusto por el caos controlado que se vive desde múltiples ángulos, siempre con la promesa de sorprender.
Este sábado 30 de noviembre, Los Besos despedirán el año con un show especial al aire libre como parte del ciclo Sonido Konex. La banda liderada por Paula Trama compartirá la jornada con Anabella Cartolano y Melanie Williams en una noche imperdible llena de canción y emoción.
Previo a su show, Los Besos hablaron con Indie Hoy para recomendarse discos, películas y libros.
Discos que sienten como un regalo
Cuando Los Besos se comparten discos, lo hacen con una mirada que mezcla nostalgia, experimentación y pura pasión musical. Sus recomendaciones atraviesan fronteras y épocas: desde sonidos que parecen salidos del futuro hasta joyas del pasado que aún resuenan con frescura. Cada elección habla de un vínculo especial con la música, ya sea a través de recuerdos personales, texturas novedosas o ritmos que traspasan lo convencional.
Paula Trama: La canción es un regalo que pertenece a quien más la desea. Un disco también. Es un regalo al pie del árbol de navidad de nadie. Si bajo el árbol de navidad hay canciones, ese árbol es una palmera. Y bajo las palmeras cancioneras hay que dormir con los ojos bien abiertos: la canción es un coco que cae de golpe y te rompe la cabeza. Una canción contiene el misterio que contienen todas las cosas que fueron pensadas y seleccionadas para encantar y noquear al mundo. Una llave sin candado. La canción es la perturbadora y fascinante maquinita que distribuye el misterio en cápsulas. Fluye a través de los cuerpos, ocupa temporalmente nuestra carne y hueso, como un virus que se desplaza y se va perfeccionando de un cuerpo al otro, de un invierno al otro, más allá de todo tiempo y todo espacio, desviándose como una loca implacable que pertenece a la eternidad. Siento este disco como si lo hubiese escrito yo, me atraviesa con la intensidad con que lo amo y, un día como cualquiera en que me puse a escucharlo, le dediqué estas palabras. How Sad, How Lovely (2009), de Connie Converse: Huelo los bordes de las mangas de mi suéter, ahí está el olor agudo de tu voz, la temperatura del día en que me hablabas en la boca, el color de ese sol picante de mediodía que crujía ¡crack! Mi corazón de hojaldre hacía eco, mientras guardaba ese calor de boca mullida, de pestaña lacia de marsupial. La gente dice que este lugar es para vivir solo un tiempo, y no entiendo de qué hablan cuando hablan del tiempo. Veo el reloj marcando números feos como el 8, cuando nos eyectamos de la cama. Números preciosos como el 5, que es la hora a la que te encuentro en esa esquina con los pantalones arrugados, con esa arruga especial que se hace detrás de la rodilla, sé que ahí atrás está especialmente tibia tu pierna, como una axila. Y, no viene al caso, pero cómo te gusta ese pantalón que te compraste en la feria. Te lo ponés todo el tiempo.
Dante Fragola: Recomiendo Lo triste no quita lo puta (2024), de Venenita y Las Porfavor Lloren. Rock nacional travesti. Es el disco del año. Venenita es una artista increíble. Fuerte, malvada, tierna, oscura, bailable, irónica, arreglada, rota, romántica, risueña, íntima. Cemento, esquina, pana y ciencia ficción.
Ariel Chisleanschi: Yo voy con Una cita más. Grabado en 1978, es un disco del compositor colombiano Calixto Ochoa, una eminencia del folclore colombiano. Canta Luis Cuadros, que tiene una voz increíble, llena de swing y sentimiento. También To Love Somebody (1969), de mis preferidos de Nina Simone. Está lleno de versiones increíbles de temazos de Leonard Cohen, Bob Dylan, Beatles y Bee Gees.
Peta Berardi: Voy a ir con An Electric Storm de White Noise. Es un disco de 1969 totalmente lúdico, recontra novedoso y entretenido. Está involucrada la querida Delia Derbyshire, quien hizo el tema sonoro de Doctor Who. Por momentos parece trip hop, por momentos parece Björk, y en general muy buenos temas. También con No New York, un compilado de Brian Eno de 1978 que retrata bandas del no wave (no confundir con new wave) de finales de los 70. Destaco entre ellas a James Chance and The Contortions, una especie de evil James Brown. El cantante canta igual al de LCD Soundsystem.
Federico Fragala: Romance (1991) de Luis Miguel. Lo escuchaba mucho mucho de chico aunque no por elección, sino qué era lo que se escuchaba en casa. Fue mi primer contacto con el mundo de la canción romántica, el bolero y los arreglos a todo culo. Todos son temas buenísimos. También Caliente! (1976), del Gato Barbieri. Me acordé de este disco después de pensar en el de Luismi. Mucho groove, mucho humo de tabaco en ambiente oscuro con pisos alfombrados. Si cerrás los ojos hasta podés ver pasar bandejas con copas de martini y los vasos de trago largo con sus paragüitas.
Terror argentino y películas de laboratorio
En cuanto las sus recomendaciones cinéfilas, Los Besos abarcaron desde narrativas que exploran las relaciones humanas en su forma más vulnerable y cotidiana, hasta relatos que sumergen en lo desconocido, con dosis de terror y suspenso que resignifican lo local. También hubo espacio para dramas cargados de intensidad visual y sonora, donde la acción y el duelo se vuelven poesía, hasta road movies que invitan a un viaje tanto físico como emocional.
Dante Fragola: Exomologesis (2016) de César González. Una película de laboratorio, un laboratorio de lo humano. Podría haber sido un libro increíble o una obra de teatro increíble, por suerte fue una película. Es intensa y comprime el pacto emocional de una forma muy específica. Va a ser actual para siempre, no importa cuando leas esto.
Peta Berardi: Quiero mencionar Cuando acecha la maldad (2023) y Aterrados (2018). Terror argentino de calidad de la mano de Demián Rugna. A mi me gustó más Aterrados, pero Cuando acecha la maldad trae algo del terror del relato del campo que me parece genial.
Ariel Chisleanschi: Voy a recomendar las que por muchos años fueron mis dos películas preferidas. La joya de Shangai (1995), un dramón de gángsters y mafia china con una música espectacular e imágenes hermosas. Y Los duelistas (1977), como ex duelista que soy me parece la mejor película de duelo de espadas que vi. Es el primer largometraje de Ridley Scott, después de esta peli hace Alien, el octavo pasajero (1979).
Federico Fragala: Yo también tengo dos recomendaciones. Primero, Una pastelería en Tokio (2015), de Naomi Kawase. Una película hermosa y sencilla, con el ritmo que necesitan algunas historias para ser contadas. Relaciones personales, redención, gastronomía y un puesto de venta callejera en el parque. La música acompaña muy bien toda la peli. Y Flores rotas (2005), de Jim Jarmusch. Una especie de road movie en donde Bill Murray hace un recorrido por su pasado y sus relaciones sentimentales. Drama y humor a cargo del cara de nada de Murray. La música buenísima, para abrir la ventana del auto y que te dé en la carita.
Libros que respiran música y ficción
Las recomendaciones literarias de Los Besos reflejan una preferencia por historias que cuestionan las estructuras tradicionales del relato. Lejos de los héroes clásicos y las tramas lineales, sus elecciones apuntan a una visión más abierta y reflexiva de la vida, donde los desvíos y los encuentros inesperados enriquecen la experiencia. Estas lecturas invitan a explorar nuevas formas de contar, más allá de la búsqueda de un final glorioso, y abren la puerta a un mundo más sutil y complejo.
Paula Trama: Cuento de un libro que estoy leyendo ahora, que me está pareciendo fascinante y siento que me marcará. También me hace pensar en la pregunta de si hay “algo que me haya marcado en mi carrera”, porque este libro no es tan amigo de la idea de una carrera, ni de una vía por la que un relato crece o progresa épicamente. Teoría de la bolsa de la ficción (2022) de Úrsula Le Guin advierte la encerrona de pensar el relato como conflicto, como lucha: estrategias, ataques, victorias, competencia, héroes. La historia de la vida vive en una bolsa, y no en un escenario. En desvíos valiosos, en recovecos que se descubren, en pantanos de los que una se saca tirando de su propio pelo. Un héroe necesita un pedestal, porque si lo ponés en una bolsa se ve como una papa o un conejo. En la bolsa de la ficción hay mitos, relatos de pícaros, cuentos populares, chistes. El relato del héroe se aproxima a su final y lxs que nos exiliamos de él pensamos en cómo seguir buscando maneras de contar. Regalen y regálense este libro pequeño y fabuloso.
Dante Fragola: Rubí. Una novelita sobre Babasónicos (2022), de Walter Lezcano. Es una historia de amor para hablar de una banda, para hablar de la música, para hablar de la cultura y para hablar de un momento de la historia.
Peta Berardi: Soy muy fan de El entenado (1983) de Saer. Relata la maduración de un español de la conquista cuando de joven se ve envuelto en una comunidad originaria, y cómo va cambiando su percepción de mundo a través de ese choque. Prosa de lujo en cada oración.
Los Besos se presenta el sábado 30 de noviembre a las 18 h en Konex (Sarmiento 3131, CAB) junto a Melanie Williams y Anabella Cartolano. Entradas disponibles a través de la web de Konex, con 20% de descuento para socios de la Comunidad Indie Hoy.
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