Previo a la presentación de su nuevo disco “Apología del salto”, el 25 de noviembre en Rondeman, Echave (cantante, guitarrista y fundador de Las Cosas Invisibles) nos cuenta cómo impacta su vida interior a la hora de componer canciones, cómo fue el proceso de armado de esta nueva obra y cuáles son los objetivos para la banda de cara a 2024.

¿Qué evolución se ve en este disco respecto a los anteriores? ¿Cómo fue el proceso compositivo y de grabación?
Este disco en particular aparece luego de un proceso muy concreto en mi vida, una especie de transformación de mi conciencia, de mi manera de ver el mundo.
Son 9 canciones, 9 capítulos de esa tormenta interior. En cada una de ellas hablo sobre diferentes aspectos: El cuestionamiento a mi propia violencia, la crianza de mi hijo, el amor más allá de nuestra especie, el rechazo al especismo, el diálogo inconcluso con mi padre.
La composición de las canciones fue muy orgánica y genuina. Digamos que no soy un compositor muy prolífico. Suelo sentarme al piano o con la guitarra, cuando ya no puedo más, y la necesidad o la angustia me arrinconaron. Quizá por eso las canciones suelen tener una carga emocional fuerte. Muchas veces me conmuevo cuando estoy escribiendo, como una especie de parto, me emociono o me sorprendo a mi mismo al ver lo que acaba de nacer. Es como un ejercicio de autoconocimiento que me enriquece como persona.
El proceso de grabación fue maravilloso. Trabajamos en la producción con mi amigo y productor José Sánchez. Su estudio Zapalino Records es un lugar en el mundo donde me siento pleno. En todos estos años desarrollamos una confianza a prueba de huracanes.
A diferencia del primer disco donde hicimos una pre producción que luego se pulió en la sala de ensayos, en Apología del salto trabajamos mucho codo a codo con José. Después Agus Perrotta, bajista, y Leo Leonardi, baterista, hicieron sus magias invisibles.
También nos dimos el gusto de grabar cellos, cornos, pianos y mandolinas. Creo que ampliamos el rango sonoro y estilístico respecto del disco de la llave.
¿Cómo presentarías o definirías en cuanto al estilo a Las Cosas Invisibles para los que no los conocen?
Las Cosas Invisibles tiene en sus genes mucho del rock de los 90s. Sin embargo yo creo que lo que escribo en general son canciones, muchas veces “historias cantadas”, que pueden tener elementos del grunge, pero también del pop, o el rock más clásico.
De todas formas, como compositor intento evitar las definiciones o etiquetas, que en todo arte suelen significar más un problema que una colaboración a la hora de crear.
Musicalmente tenemos en nuestras influencias desde Pearl Jam, The Who o Zepelin hasta Tom Waits, Bruce Spingsteen o Elvis Costello.
¿Cuáles son los objetivos que tienen para 2024 como banda?
En principio esperamos con mucha felicidad la fecha del 25 de noviembre en Rondeman, que es la presentación del disco en CABA.
Sinceramente, en tiempos de apogeo del entretenimiento siento que al arte hay que celebrarlo especialmente. Me imagino esa noche como un abrazo colectivo donde las protagonistas sean las canciones.
Siento que el 2024 va a ser un año de cosecha. Ya estoy componiendo para el próximo disco, pero quiero vivir en estado de presencia esta apología del salto.